PEDRO FARFÁN, EL CAMPEÓN

Pedro Eladio Farfán Ballesteros, o “PEFARBA” como cariñosamente le llamaban, nació en el distrito de Morropón el 8 de mayo de 1939. Fue hijo de Luis Farfán Matildo y Juana Ballesteros Pérez. Se enamoró y se casó con una hermosa mujer morropana, doña Adela Deifilia Córdova Balda, con la cual tuvo 7 hijos: Tania Yisela, Gloria Elizabeth, Maura Soraya, Jesús Smith, Marlon, Django y Juan Alberto. 

Desde muy jovencito se desempeñó como ayudante de farmacéutico, del que fuera alcalde de Morropón Don Carlos Farfán Cornejo, muy respetado en el pueblo. Posteriormente aprendió el oficio de fotógrafo, siendo durante muchos años el fotógrafo del pueblo acudiendo a casi todas las reuniones sociales, eventos escolares y deportivos. Esta labor le llevó a conocer muchos amigos y lugares de la sierra norteña.

A pesar de su baja estatura, fue amante, en su juventud, del boxeo y de la lucha libre, así como aficionado al fútbol y a los campeonatos deportivos de la Copa Perú, hincha del equipo "JUVENILES" de la época. 

Por los años 80’s, desarrolló su arte y su habilidad para realizar el baile del tondero, rescatando desde sus inicios el amor al arte y a su pueblo que lo vio nacer.

Fue campeón en el año 1984 junto a su primera pareja de baile la señora Carmen Almestar en el concurso organizado por FOPTUR. También campeonó junto a su hija Tania Yisela en el concurso nacional de Tondero organizado por el Club Grau de Piura en el año 1988 y en el concurso nacional de marinera organizado por “Amigos de la Marinera” en el año 1989.

En su trayectoria artística se dedicó principalmente a motivar y difundir su arte a niños y adolescentes, formando por primera vez la escuela de Tondero Morropano. Viendo el entusiasmo en niños, adolescentes y adultos por aprender este “bendito” baile, decidió trasladar su arte a la plazuela Miguel Grau, donde en forma espontánea y gratuita ayudaba a dar los primeros pasos a todos los pobladores, principalmente niños, que se congregaban a su alrededor.  

Pedro Farfán Ballesteros, fue uno de los grandes cultivadores de nuestro baile, sacaba su grabadora y batería, se dirigía al centro de la Plaza Grau y hacía bailar a cuanto niño se acercaba a mirarle, que escuela ni academia. La mejor recompensa de su trabajo fueron sus discípulos que campeonaron conservando su original estilo de baile.

Fue invitado por los Monsefuanos residentes en Lima para hacer una presentación con su hija Tania Yisela en el Coliseo Eduardo Dibós; en otra oportunidad, fueron invitados por los Morropanos residentes en Lima para hacer una presentación en el local del Club Piura.

En ambas presentaciones, siempre comentó, que lo llenó de orgullo la gran ovación del público.

Terminando la década de los ochenta se gestó la realización de concursos de Tondero a cargo del colegio parroquial “Santa Rita”, pero como era de esperarse él nunca tuvo afán de protagonismo sino más bien que su legado permaneciera en el tiempo. Sólo hasta después de su inesperada muerte ocurrida el 24 de agosto de 1998, se le reconoció como el ciudadano que con entusiasmo y perseverancia puso en alto el nombre de Morropón a través del baile del tondero.

Fuente: https://tonderopedrofarfanballesteros.jimdo.com/